La automedicación con antibióticos es muy peligrosa, pues crea “resistencias” al propio antibiótico y el medicamento perderá eficacia, en el caso de que sea recetado para curar infecciones bacterianas posteriores. Así que, desde tu blog amigo de Pedircitamedico te explicamos los riesgos que estás corriendo con esta forma de actuar.

Riesgos de la automedicación con antibióticos

El problema generado por la automedicación ha adquirido tal magnitud que la Organización Mundial de la Salud asegura que las resistencias a los antibióticos generadas por la ingesta de medicación sin control profesional son una de las grandes amenazas para la salud de toda la población mundial, para su seguridad alimentaria y su desarrollo.

La OMS afirma que, si no se toman medidas urgentes para evitar la automedicación con antibióticos, el mundo tendrá que afrontar una época de infecciones comunes que pueden volverse potencialmente mortales.

Para que un antibiótico cumpla su cometido, deben cumplirse tres condiciones imprescindibles:

  • El paciente debe tomar la dosis indicada.
  • El medicamento debe ser consumido a la hora indicada.
  • No se debe interrumpir el tratamiento.

El incumplimiento de cualquiera de estas tres pautas actuaría favorablemente para que las bacterias muten y se hagan más fuertes, pues el medicamento no estará funcionando correctamente.

La automedicación disminuye sensiblemente el abanico de posibilidades que tendrá el médico cuando tenga que volver a recetar un antibiótico para que realmente surta efecto.

Especialistas en el tema afirman que las resistencias a los antibióticos están relacionadas directamente con un mayor ingreso hospitalario, una tasa mucho más elevada de complicaciones y un incremento en todos los costes que se generan de la enfermedad.

Aseguran que, enfermedades como la neumonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis, que hasta hace poco tiempo tenían un tratamiento relativamente sencillo y eficaz, en la actualidad se están convirtiendo en problemas de muy difícil solución, precisamente por la automedicación y la resistencia generada a los antibióticos.

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