La eficiencia energética, es decir, consumir menos energía en el desarrollo de una actividad sin que esto interfiera en el resultado o funcionamiento del aparato. Por ello, este ahorro de energía puede aplicarse en todos los ámbitos, incluido en el sanitario. En este artículo te contamos cómo ahorrar energía y seguir manteniendo un servicio sanitario de calidad.

La mejor tarifa para tu clínica

Para empezar, si quieres ahorrar energía en tu negocio del sector sanitario deberás contratar unas tarifas de luz y gas que se ajusten a tu consumo. Conoce qué horas demandas más energía o cuántos aparatos funcionan al mismo tiempo, cuantos más datos de tu suministro tengas más sencillo será utilizar un comparador de luz y gas para que te diga las mejores ofertas. Esta herramienta te indicará los precios más bajos para tus necesidades, no obstante, el comparador de luz y gas no te explica las condiciones que tienen los contratos. El consumidor es responsable de informarse después de ello. Puedes utilizar un comparador de luz y gas en la página web de la OCU.

Las comercializadoras de luz ofrecen tarifas adaptadas a empresas, conoce cuáles son algunas de ellas en esta web https://www.serviciosluz.com/. En España hay más de 300 compañías de luz por lo que es muy difícil tener información de todas ella, de ahí la importancia de utilizar el comparador.

Solo pagando por un consumo justo podrás aprovechar la eficiencia energética.

¿Cómo ahorrar energía en el sector sanitario?

A continuación te damos unas cuantas ideas para conseguir ahorrar energía que se puede aplicar al sector sanitario, que es uno de los que más energía consume (en concreto los hospitales). No obstante, no es lo mismo una pequeña clínica privada que un hospital público, por ello están indicaciones son generales:

  • Aislamiento: tejados y paredes deben estar aislados térmicamente para no sufrir pérdidas de temperatura y necesitar gastar más dinero en su recuperación.
  • Ventilación: conseguir unas condiciones adecuadas de temperatura y humedad para conservar la calidad del aire es necesario para el funcionamiento de estos espacios.
  • Climatización: es importante que estos lugares mantengan una temperatura confortable para los pacientes. Por ello, el termostato debe situarse en 21º en invierno, cada grado de más supone un gasto de entre el 7 y el 10% de energía.
  • Luces LED: cambiar toda la luminaria por bombillas LED supondrá un ahorro importante en la factura eléctrica. Esta modalidad funciona con un 80% menos de energía y además su vida útil es más larga.
  • Maquinaria eficiente: la eficiencia energética llega a toda la maquinaria, incluso la sanitaria. Revisar el certificado energético de los aparatos se reflejará después en la factura.
  • Domótica: la programación de luces o de otros aspectos ayuda al ahorro energético en hospitales y clínicas.

Conoce el ejemplo de este hospital de Valladolid en esta noticia, que ha reducido su consumo notablemente gracias a las medidas adoptadas en relación con la eficiencia energética.

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